jueves, 17 de marzo de 2011

Mujeres que Corren con Lobos...

Entre los 13 y 15 años recibí Mujeres que Corren con Lobos de Clarissa Pinkola. Mi madre le regaló una copia a cada una de mis amigas y a cada una de las de ella. Nunca lo leí, pasó el tiempo y sólo lo recordaba como el libro de mi madre, el libro del que ella hablaba con mi prima compartiendo una la misma idea. ``Vas a encontrar tu cuento´´.

Hace unos dos años conocí a Mely, quien tiene una inclinación por este libro. Cuando fui a su casa de aquel tiempo, Cholula, vi en su cuarto el libro, me dio un poco de risa, me sentí un poquito nerviosa, ahí estaba con su portada azul y sus mujeres al viento.

Este año he convivido más con ella y me preguntó si lo conocía, le dije que sí, pero que nunca lo había leído, que mi copia estaba llena de apuntes de mi madre y que eso me molestaba en cierta manera, era como leer lo que ella me contaba, entenderla y perder de vista lo que era importante para mi. Leí el primer cuento, para mi el más importante hasta ahorita (sigo leyéndolo).

A grandes rasgos habla de la necesidad que tenemos la mujeres de regresar al instinto salvaje, a lo que somos de raíz y a lo que hemos ido olvidando, dejando de lado. Lo presenta a manera de introducción con la historia de una curandera que recoge huesos de lobos hasta formar un esqueleto, con éste presente comienza a cantar, poco a poco los huesos se cubren de piel, hasta que la forma y el cuerpo de un lobo se alza. Al terminar, el lobo despierta y sale corriendo, libre, sin parar, corre, corre, corre, y al tocar el agua se convierte en una mujer que ríe mientras sigue a toda velocidad.

Una de las personas que me ha acompañado por más de 10 años me regaló una copia, así puedo subrayar lo que me nutre, lo que rescato.


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